sábado, 26 de septiembre de 2015

Reflexión poética

EL JUEGO...

El sentido de jugar está en jugar

No siempre ganamos, pero siempre volvemos a jugar, ¿por qué será?
Y es que el disfrute máximo está en la victoria, pero jugar es eterno.

Apredemos a disfrutar
tanto del juego como de la victoria,
tanto de la lucha como de la conquista
tanto de la búsqueda como del encuentro

y es que a cada paso por la vida encuentras maravillas,
y si bien la máxima maravilla está al final,
todavía no he oído que alguien la haya encontrado...

Vive cada día como si no hubiera un mañana y vivirás en la eternidad,
más allá de lo que suceda o de lo que te digan.

juega, porque la vida es juego
lucha, porque la vida es acción
ama, porque la vida es emoción
crea, porque la vida es arte
sueña, porque la vida es ilusión

Al fin y al cabo, el sentido de la vida...
es vivir,
y no estar muerto.

EL SERVICIO...

sobre todas las cosas,
SIRVE
porque no hay juego sin amigos,
no hay lucha sin contrincantes,
no hay relación sin pareja,
no hay arte sin público,
no hay sueño sin espacio-tiempo
(¿de dónde y cuándo surgieron?)

Y así como tú disfrutas de ellos
ellos disfrutan de ti
y si así como tu los sirves
ellos te sirven a ti

La esfera está completa,
los espejos se reflejan mutuamente,
yin nace del yang que nace del yin...

y entonces,

el placer se torna infinito y eterno.

El único problema es
¿quién dará el primer paso?

"Si das un paso hacia Mí, Yo daré cien pasos hacia Ti"
(de algún libro por ahí)

Luego, la palabra clave de una nueva era se dice

RECIPROCIDAD...

La reciprocidad puede ser simétrica o asimétrica.

Tú no eres yo y yo no soy tú,
o tú eres yo y yo soy tú.

Depende cómo te guste y quieras verlo,

y también depende
de qué "vehículo" te tocó para vivir,
en todos sus aspectos:
desde más burdo elemento químico,
hasta la más sutil idea.

Podemos querer lo mismo o distinto, eso no es tan importante
lo importante es que yo quiero que tú logres tu deseo,
y si tú eres recíproco conmigo,
ése es el comienzo del placer infinito y eterno,
un placer que comienza en ese mi primer paso,
y que (hasta ahora) no tiene fin.

CONTINUARÁ...